“Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad
de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será
infringido”.
Segunda Enmienda a la
Constitución de los E.E.U.U.
En días pasados 17
personas fueron asesinadas en un centro académico de la Florida, luego que un
exalumno armado con fusil disparara abiertamente contra la multitud
estudiantil, dejando consternados a los norteamericanos y al mundo entero.
La polémica no se
hizo esperar en el país de las libertades, donde los ciudadanos pueden comprar
armas en la tienda de la esquina, casi como comprar una hamburguesa, debido las
restricciones mínimas de este comercio.
Ahora bien… ¿Por qué
en el país del tío Sam se pueden adquirir armas tan fácilmente?; todo radica en
su ordenamiento jurídico constitucional, la segunda enmienda protege
el derecho que tiene el pueblo estadounidense de poseer y portar armas, lo cual
data de 1791 y que a través de su historia jurídica se ha mantenido, inclusive la
Corte Suprema de los Estados Unidos ha ratificado este derecho en repetidos fallos.
La norma
constitucional tiene sendos propósitos muy importantes en favor de las libertad
que inspiraron la voluntad de los próceres del norte, se trata de que al norteamericano
no se le puede coartar su derecho a
ejercer su propia defensa y la de los demás, repeler invasiones, suprimir
insurrecciones, disuadir un gobierno no constitucional, entre otros.
Nótese que la regla
se proyecta desde la perspectiva de un Estado libre, en donde NO se puede
restringir el derecho de autodefenderse, además tiene otro objetivo importante,
cual es, derrocar la tiranía de sus propios gobernantes, propósito éste que
evitaría la dictadura porque los yankees en nombre de la libertad se deben
levantar ante esta, es decir, es apenas obvio que bajo este precepto legal el
pueblo venezolano ya hubiese removido al dictador hace mucho tiempo.
En Colombia trató de
implementarse normativamente este derecho, cuando bajo el gobierno de Cesar
Gaviria Trujillo se expidió un acto administrativo que sirvió de fundamento a
gobernadores para que otorgaran licencias a quienes conformaran grupos de
autodefensa dirigidos a la opresión de grupos guerrilleros que el Estado no
tenía la capacidad de repeler, con las nefastas consecuencias que todos conocemos.
Sigue abierto el
debate constitucional en los estadounidenses, para algunos este derecho no debe
ser modificado y para otros urge evitar tragedias como esta, mientras que en
nuestro pueblo solo deberá quedar de reseña académica en una clase de
sociología jurídica y como ejercicio que no se debe repetir.
ANGEL
ANDRES TORRES HERNANDEZ
@angelandresth
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