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PADRE LAUREANO, 35 AÑOS DE AMOR Y SERVICIO EN EL SEÑOR

Padre Laureano Ordosgoitia
Los Palmitos. Cuando apenas cumplía su primer mes de ordenado como ministro del Señor,
el presbítero Laureano Ordosgoitia González recibió el delicado encargo
de pastorear, a imitación de Jesús Buen Pastor, su primera comunidad
parroquial. Monseñor Félix María Torres, Obispo fundador de la Diócesis de
Sincelejo, envió al recién ordenado sacerdote a la Villa de san Benito Abad, la
tierra bendita del Milagroso.
En su primera experiencia como pastor de las almas y guía espiritual del
pueblo de Dios, el padre Laureano pudo comprobar, según sus propias
palabras, que definitivamente él “nació para cura”. No se había equivocado.
Su sí rotundo y profundo, como el Fíat de la Virgen María, lo estaba llevando
ya, desde bien temprano, a experimentar el gozo que produce vivir la
experiencia más emocionante y edificante que un hombre pueda vivir sobre
la faz de la tierra; ser sacerdote, siguiendo las huellas de Jesucristo, Sumo y
Eterno Sacerdote.
Antes de ir a desarrollar su primera obra misionera en calidad de ministro del
orden, justamente fue ordenado sacerdote el día 18 de diciembre de 1977
en el municipio de Ovejas, su tierra natal. Han transcurrido ya 35 años desde
aquella fecha memorable en la cual monseñor Torres le impuso las manos.
El padre Laureano es un hombre que se caracteriza por su verbo abundante,
sosegado, claro y preciso al momento de las homilías. Verbo abundante que
llega hasta el fondo del alma de los numerosos feligreses que siempre lo
acompañan en la celebración de la Sagrada Eucaristía, encontrando en cada
palabra el alivio y el consuelo esperados. Esa es su mayor pasión, predicar
en el púlpito la Palabra de Dios. Es lo que más le da sentido a su vida. Se
caracteriza, también, por su bondad y gran capacidad de servicio. Le encanta
trabajar duro y parejo en favor de las personas menos favorecidas de la
sociedad. Desde la educación adelanta una misión insondable al frente del
Instituto San Fernando Ferrini, con sede en Sincelejo, San Onofre, Santiago
de Tolú y Buenavista. Cada año le entrega a Colombia más de doscientos
bachilleres ferrinistas, formados con sólidos principios cristianos, éticos y
morales.
Su impronta fecunda e indeleble la encontramos en otras comunidades
parroquiales como Majagual, San Onofre, Buenavista y ahora aquí en Los
Palmitos, donde lleva más de dos años orientado a los feligreses de la
parroquia Santa Rosa de Lima. Precisamente aquí en Los Palmitos celebró su
XXXV aniversario de ordenación sacerdotal, aprovechando el cumpleaños 43
del señor alcalde municipal, Manuel Pérez Mendivil. Unidos, como símbolo
de amistad y armonía, quisieron enviarles a todos los habitantes de este bello
municipio un mensaje claro de concordia, paz y fraternidad.