Todo
lo que en contra de Gustavo Petro hagan,
resultará
siempre a su favor y lo engrandecerá.
No es sorpresa
que Gustavo Petro sea uno de los candidatos con mayor opción para quedarse con
el peldaño más importante que tiene nuestra República, hecho que cambiaría la
historia política de un territorio abiertamente conservador y tradicionalista.
El candidato
que representa la izquierda tiene un recorrido político con altos y bajos, en
su paso por el senado de la república fue un hombre brillante, elocuente, con
debates de control político que hoy tiene tras las rejas a más de un político
untado de narcotráfico, corrupción o paramilitarismo. Sin embargo, su soberbia
alimentada de poder selló su paso menos grato por la alcaldía de Bogotá, en
donde una desastrosa administración dejó a la capital con índices de
inseguridad sin precedentes, quedando claro que una cosa es ser padre de la
patria y otra muy distinta es gestar.
Y es que el
candidato que hoy lidera las encuestas en la intención de voto a la presidencia
ha sido investigado por los agentes del Estado, al punto en algunos casos de
llegar a la persecución, siendo los más notorios su destitución por parte del
Procurador Ordoñez, quien además de separarlo de su cargo como alcalde de
Bogotá, lo sancionó con una inhabilidad extravagante, exagerada y burda, porque
si bien es cierto el tratamiento dado a las basuras fue nefasto, el castigo fue
desproporcionado. Y ni que decir de la imbecilidad orquestada en su contra por parte
de la contraloría, actuación más torpe que la anterior. Situaciones como estas,
han hecho que Petro se vea como un mártir, un perseguido, una víctima, lo cual
ha generado aceptación para unos y lástima para otros, elevándolo como el más
favorito a ser el próximo presidente.
Su eslogan
Colombia Humana, es atractivo, llamativo y fácil de vender, igual que su
discurso, donde menciona lo que las personas quieren escuchar, un populismo muy
parecido el que mostrara su camarada Chávez en su primera campaña presidencial
con los resultados que ya todos conocemos.
Un periodista
colombiano señaló “el Petrismo es una religión que no admite herejes, tenemos
que escoger entre ser petristas o ser malos”… de esa manera lo exalta en su
lista al congreso a quienes hace llamar los DECENTES, como su fuesen la única
religión salvadora y quienes no hacemos parte de ella representamos la maldad,
la corrupción u otras atrocidades. Si no estas con Petro eres un bandido, ha
sido quizás el único yerro en su campaña que para una segunda vuelta podría ser
contraproducente y costarle la presidencia.
Ya lo hicieron
mártir y eso no lo pueden cambiar, lo engrandecieron, le hicieron la campaña
gratis, olvidaron el punto mas importante, cual es, que al soberbio no se le ataca,
todo lo contrario, se deja solo porque tarde o temprano éste se ahogará en su
propia altivez.
ANGEL
ANDRES TORRES HERNANDEZ
@angelandresth