Sin arrepentimiento
no hay reconciliación… y sin esta no hay paz
La reciente conocida
candidatura del excomandante del grupo terrorista que firmó los acuerdos de paz
en la habana, ha sido izada por muchos como la representación pura de que todos
podemos vivir en paz y que la democracia se encargara de juzgar al tirano.
Los defensores del
pacto suscrito celebran tal decisión, como muestra de tolerancia, respeto y
llamamiento a reconciliación, dejando de lado, el mínimo de responsabilidades
que tiene el sujeto ante la sociedad, como el pago de una pena mínima,
representativa o simbólica que sirva como correctivo sutil a las aberraciones
cometidas.
Y es que el personaje
registra condenas por terrorismo, secuestro extorsivo, tentativa de homicidio,
homicidio agravado, entre otras condenas, a ello le sumamos las inhabilidades
para ocupar cargos públicos y para contratar y como premio a la dejación de las
armas no pagará un solo día de cárcel, por el contrario recibirá las banderas
amancilladas de la patria que Bolívar intentó construir y que hoy es una
verdadera Zoociedad.
No se trata de estar
en desacuerdo con la candidatura del personaje, él puede aspirar, ni más
faltaba, pero para hacerlo, debe primero cumplirle al pueblo que tanto daño le
causó, ya que gracias a su engendro de narcotráfico y terrorismo, nacieron los
grupos paramilitares que nos llevaron a la degradación social.
Es inaceptable que un
terrorista que no ha respondido por los actos cometidos, tenga siquiera la
posibilidad de ser el presidente de su nación, no tienen ni vergüenza, tanto el
aspirante como el hipotético votante, debería tener un acto de gallardía o de
honor y manifestar su intención de purgar una pena simbólica, como pagar así
sean 4 meses de prisión para que el pueblo al menos vea dentro de tanta
oscuridad un punto de luz de justicia. Pero exigir honor en un terrorista es
como requerir ajíes a una planta tomates.
No se trata de dejar
a la democracia que haga o suyo, porque esta es tan imperfecta como que Uribe y
Santos fueron reelegidos, aquí lo que se trata es decir la verdad a la
sociedad, ser justos, reparar a las víctimas que tanto lo necesitan hoy, porque
solo de esa manera podremos lograr la reconciliación y posiblemente una paz
duradera y sostenible.
ANGEL
ANDRES TORRES HERNANDEZ
@angelandresth