REACTIVACION DEL EMPLEO
El 2020 quedará enmarcado como uno de los años más
difíciles de nuestra historia republicana, en el aspecto económico. Las cifras
de desempleo aumentan diariamente, los ingresos de la nación y de las entidades
territoriales por conceptos tributarios, salvo contadas excepciones, distan con
creces lo presupuestado para el año.
Tenemos claro una vez más, la lección repetida de
economía política, que no es posible satisfacer las necesidades de lo público
sin el fortalecimiento del sector privado, eso es palpable en el comportamiento
de impuestos que dependen directamente del crecimiento y posterior desarrollo
económico, como el caso del impuesto de industria y comercio, en el entendido
de que a mayor transacciones en actividades generadoras de ingresos, se causa
un incremento en el hecho generador y por ende en el recaudo de los municipios.
El reto para el Estado será proponer alternativas que
generen empleo, por ende, mayor capacidad de pago para la expansión del consumo,
que sin duda se reflejará en el crecimiento en el ingreso de las empresas y en
la necesidad de ocupación para trabajadores, que hoy, teniendo en cuenta los
bajos niveles de inflación hacen que sea un escenario propicio.
La macroeconomía es un área del conocimiento que
contiene muchísimas aristas que hacen compleja la toma de decisiones en la
búsqueda de alternativas para la reactivación económica, más aún cuando no
puedes establecer con precisión el comportamiento de la pandemia y mucho menos
sus efectos en el tiempo, es decir, todo lo que hagas será especulativo e
incierto.
No obstante, corresponde recurrir a la experiencia de
tiempos en crisis, como la gran depresión, las recesiones posguerra, la
estanflación del 75, entre otras, que, si bien obedecieron a orígenes distintos
a la crisis actual, nos reflejan sutiles luces que iluminan el sendero hacia
esa recuperación que dista en el tiempo.
La complejidad del escenario hace que no se pueda
pensar en un solo frente de solución, sino que deben ejecutarse un sin número
de alternativas en conjunto, como un sistema que se enlace entre si con el
único objetivo de evitar la debacle y realzar los niveles de crecimiento
económico en la búsqueda del desarrollo.
Por todo lo anterior, la propuesta es que la mano invisible
del Estado se enfoque en alternativas como: 1) la reducción de impuestos de
manera progresiva para la generación de empleo; 2) el otorgamiento de créditos
masivos para el emprendimiento, la formalización de empresa y el
fortalecimiento sector comercial, industrial y agropecuario; 3) el
congelamiento por dos (2) años, de los salarios de los servidores públicos que
devenguen más de 10 SMLMV; 4) el incremento del salario mínimo alrededor del 5%,
lo cual no se hizo; y, 5) el endeudamiento público dirigido al sector de la
construcción y el turismo, en la medida que la pandemia lo permita.
No es una situación fácil, pero las crisis son para
las personas con gallardía, determinación y con una imaginación que sobrepase
su conocimiento y para quienes puedan ver al final del camino la luz de las
oportunidades, porque en estos tiempos, es mejor hacer y vender pañuelos que
comprarlos para sentarse a llorar
ANGEL ANDRES TORRES HERNANDEZ
angelandresth@