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LA ESTRATEGIA DEL DICTADOR

LA ESTRATEGIA DEL DICTADOR

Ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Hugo Chávez Frías

Poco antes de su muerte, el dictador de la hermana República Bolivariana de Venezuela, unge a su sucesor, entregando la varita mágica de los destinos de su país a Nicolás Maduro, para que en pie de lucha continuase la izada de las banderas mancilladas de nuestro libertador.

La oposición y la comunidad internacional percibió el legado como un magno error, al punto que de manera burlesca celebraban la noticia de que un mentecato sería un sencillo rival a vencer, sin que pudiesen darse cuenta que el sagaz e inteligente estratega planeaba con su mentor ideológico cubano, lo que sería su última y más importante jugada maestra que lo dejaría como el salvador de su país. Y es que el expresidente venezolano fue un tipo muy versado, manejaba a la perfección es arte de hablar con elocuencia, sus discursos largos y capciosos eran una embalaje a hipnotismo, con sus pausas y acentos te envolvían en una película revolucionaria al punto que te creías el protagonista y vivías tu propio rol de prócer de la patria.

Todo estaba consumado, en su disertación final con voz de hombre moribundo, levanta la mano y señala con su dedo a quien sería en encargado de llevar todo el peso del fracaso de su revolución, sí… de ese socialismo que implantó y que hoy tiene a los venezolanos en la miseria y huyendo de su país en búsqueda de mejor destino. Dejaría a quien fuese su peor opción política, pero su mejor elección para que los señalamientos inquisitivos recaigan sobre un iletrado e incompetente, a sabiendas de que él estaría por siempre en el pedestal como el redentor y su discípulo como el ignorante responsable de la debacle que de cerca se veía venir.

El comandante estaba tan convencido de su fracaso inminente, que utilizó la estrategia maquiavélica de mostrase mártir al pueblo, porque no hay cosa más influyente que la lastima, para dejarles servido en bandeja de plata la elección de su cortina de humo, que como puede verse hoy funcionó a la perfección, al punto que se mira como único responsable del desastre venezolano, al peón que pone el pecho en el campo de batalla y no al rey que entregó y traicionó a su pueblo.

ANGEL ANDRES TORRES HERNANDEZ
@angelandresth